Tuberculosis (TB) en niños
¿Qué es la Tuberculosis?
la tuberculosis (TB) es una infección bacteriana crónica que generalmente infecta a los pulmones, aunque algunas veces se ven involucrados otros órganos como los riñones, columna o cerebro. La TB es principalmente una enfermedad que se transmite por el aire.
Hay una diferencia entre estar infectado por la bacteria de la TB y tener activa la enfermedad de la tuberculosis.
Hay tres formas importantes de describir las etapas de la TB. Estas son:
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Exposición. Esto ocurre cuando una persona ha estado en contacto con, o expuesta a, otra persona que se cree tiene TB. La persona expuesta tendrá una prueba de piel negativa, una radiografía de pecho normal, y ningún síntoma de la enfermedad.
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Infección de TB latente. Esto ocurre cuando una persona tiene la bacteria de la TB en su cuerpo, pero no tiene síntomas de la enfermedad. El sistema inmunológico de la persona infectada levanta un muro contra los organismos de la TB y los mantiene inactivos durante toda la vida en la mayoría de personas que están infectadas. Esta persona tendría una prueba de piel positiva pero una radiografía de pecho normal.
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Enfermedad TB. Esta describe la persona que tiene signos y síntomas de una infección activa. Esta persona tendría una prueba de piel positiva y una radiografía de pecho positiva.
La bacteria predominante de la TB es la Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis). Muchas personas infectadas con la M. tuberculosis nunca desarrollan la TB activa y permanecen en la etapa de TB latente. Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, incluyendo las que tienen VIH (virus de inmunodeficiencia humana) o diabetes, y quienes son tratados con medicamentos que pueden debilitar el sistema inmunológico, como los corticosteroides y quimioterapia, los organismos de la TB pueden debilitar las defensas del cuerpo, multiplicarse y causar una enfermedad activa. Los niños muy pequeños tienen más probabilidades que los niños mayores y adultos de que se propague la TB a través de su torrente sanguíneo y causar complicaciones, como la meningitis.
¿Quién está bajo riesgo de desarrollar la TB?
La TB afecta a todas las edades, razas, niveles de ingreso y ambos géneros. Quienes están a un mayor riesgo son:
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Personas que viven o trabajan con otras personas que tienen TB
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Poblaciones no atendidas medicamente
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Personas sin hogar
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Personas de otros países donde la TB es prevalente
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Personas en entornos grupales, como en residencias de ancianos
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Personas que abusan del alcohol
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Personas que usan drogas intravenosas
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Personas con sistemas inmunológicos deteriorados
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Los ancianos
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Los trabajadores de la atención médica que entran en contacto con poblaciones en alto riesgo
¿Cuáles son los síntomas de la TB?
Síntomas diferentes de la TB están presentes dependiendo de la edad del niño afectado. Los siguientes son los síntomas más comunes de la TB activa. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:
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En niños:
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En adolescentes:
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Tos que dura más de tres semanas
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Tos productiva
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Dolor en el pecho
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Sangre en el esputo
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Debilidad y fatiga
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Glándulas inflamadas
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Pérdida de peso no intencionada
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Disminución del apetito
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Fiebre
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Escalofríos o sudoración nocturna
Los síntomas de la TB pueden parecerse a otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte con al médico de su hijo para un diagnóstico.
¿Qué causa la TB?
La bacteria de la TB se propaga a través del aire cuando una persona infectada tose, estornuda, habla, canta o ríe; sin embargo, la exposición repetida a los gérmenes es generalmente necesaria antes de que una persona se infecte. No es probable que se transmita a través de artículos personales, como ropa, ropa de cama, vaso, utensilios de comida, un apretón de manos, un baño, u otros artículos que una persona con TB ha tocado. La ventilación adecuada es la medida más importante para prevenir la transmisión de la TB.
¿Cómo se diagnostica la TB?
La TB se diagnostica con una prueba de piel de TB. En esta prueba, una pequeña muestra de material de prueba se inyecta en la capa superior de la piel. Si se desarrolla una protuberancia de cierto tamaño en dos o tres días, la prueba puede ser positiva para la infección de tuberculosis. Pruebas adicionales para determinar si un niño tiene la enfermedad de TB incluyen rayos X y pruebas de esputo. También hay pruebas de sangre llamadas ensayos de liberación del interferón gamma que pueden ayudar en el diagnóstico. Mycobacterium tuberculosis.
Las pruebas de piel de la TB se sugiere para quienes:
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Están en categorías de alto riesgo.
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Viven o trabajan en contacto cercano con personas que están en alto riesgo.
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Nunca se han hecho una prueba de piel de TB.
Para pruebas de piel en niños, la American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) recomienda:
Pruebas inmediatas:
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Si se cree que el niño ha estado expuesto en los últimos cinco años.
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Si el niño tiene una radiografía parecida a una con TB.
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Si el niño tiene síntomas de TB.
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Si el niño procede de un país donde la TB es prevalente.
Pruebas anuales de piel:
Pruebas cada 2 a 3 años:
Considere hacer pruebas en niños en edades de 4 a 6 años y de 11 a 16 años:
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Si el padre del niño ha llegado de un país de alto riesgo.
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Si el niño ha viajado a áreas de alto riesgo.
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Si el niño vive en un área densamente poblada.
¿Cuál es el tratamiento para la tuberculosis?
El tratamiento específico será determinado por el médico de su hijo con base en:
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Su edad, salud global e historial médico
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La extensión de la enfermedad
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Su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias
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Las expectativas del curso de la enfermedad
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Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir:
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Hospitalización de corto plazo
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Medicamentos
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Para la TB latente en niños de 2 a 11 años de edad. Usualmente, se dará un tratamiento de seis a 12 meses con isoniazida para matar los organismos de la TB en el cuerpo.
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Para TB activa en niños. Los médicos pueden recetar de tres a cuatro medicamentos a la vez incluyendo isoniazida, rifampina, pirazinamida, o estreptomicina durante un periodo de hasta seis meses o más para que el medicamento sea efectivo.
Los pacientes generalmente comienzan a mejorar en pocas semanas después del inicio del tratamiento. Después de dos semanas de tratamiento con los medicamentos correctos, el paciente generalmente no es contagioso, siempre que el tratamiento sea llevado a cabo hasta el final, como lo indique el médico.